Testimonio Luis Antonio Olmedo
Mi experiencia como voluntario en la fundación Caminitos de Luz fue indispensable para mi crecimiento personal y muy enriquecedor. Estoy muy agradecido con todas las personas que trabajan en la fundación ya que supieron abrirme las puertas y poderme contagiar con esta vocación que es el de enseñar a los niños.
Me gustó tanto la fundación que espero que puedan contar conmigo de alguna manera en los años siguientes, ya que los niños y las personas llegaron a ocupar un lugar muy especial en mi vida y en mi corazón. Simplemente con estar ahí, sentí como ayudaba a los niños a ser mejores personas mientras ellos me ayudaban a fortalecer y enriquecer mi vida.
Además me parece increíble la idea de que mediante la universidad San Francisco de Quito podamos tener esta experiencia de compartir con personas que menos afortunadas que nosotros y llegar a darnos cuenta de la realidad nacional que vive nuestro País.
Encontré en los voluntarios y profesores una familia, en la cual nos cuidamos y protegemos los unos a los otros pero con el mismo fin que es el de darles una correcta educación a los niños.
Además esta experiencia me ayudó mucho a descubrir valores en mí que creía que no existían como este espíritu Altruista y la paciencia con los niños, valores importantes que se deben de tener en una escuela y más aún como ayudante de profesores.
Luis Antonio Olmedo
Estudiante Universidad San Francisco de Quito