Mi experiencia como voluntario en la fundación Caminitos de Luz fue indispensable para mi crecimiento personal y muy enriquecedor. Estoy muy agradecido con todas las personas que trabajan en la fundación ya que supieron abrirme las puertas y poderme contagiar con esta vocación que es el de enseñar a los niños.
Hola! Me llamo Lilly, tengo 20 años. Vine de Alemania a Ecuador con la organización VASE para ser voluntaria en un proyecto social durante un año.
Trabajo en la Fundación Caminitos de Luz desde hace seis meses y estoy muy contenta aquí. Me siento muy bien recibida. El ambiente es muy familiar – aquí todos se conocen y se cuidan. A mí me gustó mucho por ejemplo la manera en que dimos la bienvenida a los más pequeños al inicio del año escolar.
Cualquier obra social da una experiencia gratificante, pero este proyecto en particular es más que eso: puedes palpar, observar y experimentar tu contribución; ya que no sólo damos educación de excelencia y nutrición, sino también formación a sus padres, y así edificamos familias.
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